Cierra la puerta, silenciemos el mundo, y besémonos como deseamos hacerlo. Es difícil mantenernos alejados cuando nuestros cuerpos quieren unirse, fundirse, tocarse. Noto tus manos sobre mi piel, cálidas, suaves, siento tu aliento en mi cuello, y me pierdo en un sueño, de repente, al oír que solo quieres estar a mi lado, cuidarme, ser mi razón de ser. Parece que el mundo no existiría sin ti. Tus manos descienden por mi cuerpo, me acarician, y me siento feliz un día más por poder compartirlo contigo.