A veces las cosas cambian, las personas cambian. Te das de bruces con ellos un día, los conoces, les crees, les quieres, y luego te dan el palo por la espalda. No sé si es el puto destino que quiso hacerme más fuerte, pero parte de mí se ha ido para siempre. Dejemos de tomarnos la vida tan en serio, y comencemos a perseguir nuestros sueños como si no hubiese mañana, a sentirnos bien con nosotros mismos, y a romper las fuerzas que nos limitan. Vamos a comenzar a vivir con locuras, con sonrisas y bromas, dejando de lado todo eso que nos pueda amargar nuestro día. VIVAMOS MIENTRAS SEAMOS JÓVENES.